no a la poesía

los malos poetas tienden a recrear los malos poemas de los buenos poetas de hace más de un siglo; o peor: los malos poemas de los malos poetas de esta época.

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un poema es un poema es un poema.
un mal poema es una mal poema es una mal poema.
un poetastro es un poetastro es un poetastro.

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No hagas poesía, no lo intentes, aléjate de ella. Es más sano el arrepentimiento no escrito.
Es más fácil lidiar con la memoria que con el papel.
Si lo publicas, estás jodido.

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No al verso. Prohibido estacionar su estrofa en este sitio.
Disminuya su velocidad, hay un cruce de escolares (y ninguno trae un libro de poesía).

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Paso peatonal: el mercado-la comida-el trabajo-"ya voy tarde"-los niños-"maldito cafre"-la escuela-"me lleva el diablo! después de este carro paso".
Y en nuestras mentes se agita un pueblo de demonios (esto último, posibilidad atroz si uno quiere ayudar a un anciano a cruzar una calle transitada, no se sabe si fue escrito para caminar en la ciudad)

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Destruye tu libreta de versos. quémala a la vieja manera de los inquisidores: no vaya a ser que un espectro horrible y funesto sea el resultado de tu poesía y, al fin y al cabo, el resultado de la mala construcción de tu ser.

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Nadie es, en lo más emocionante del término, un lírico de la vida (aunque se agradece esa cantidad de intentos con los que uno puede toparse día a día)

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La nada, oh la lá, la nada.

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Pd. Amo a mis amigos líricos de la vida, aunque sean poetas.