domingo, 4 de octubre de 2009

Avión

El primer recuerdo de mi abuelo a los dos años es un avión en el cielo mientras él, en la boca, seguramente saboreaba un puño de tierra caliente y su madre platicaba en zapoteco con una vecina. Era 1929 y cada avión era un objeto no identificado para el lenguaje: Pájaro-de-metal, pájaro-de-fierro, pájaro-desplumado-que-vuela, animal-alado-gigante-de-vuelo-estruendoso, pájaro-de-piedra-que-brilla-y-truena, de algún modo tendría que llamarse en zapoteco a ese monstruo.
Un par de compañeros que si hablaban zapoteco, al pasar una avioneta sobre el techo de la escuela, gritaban asombrados:
-¡¡Biá', mai, biá'!! ¡¡Avión, mai, avión!!
Y todos nos asomabamos a la ventana.